Por: Guadalupe E. González.-

X.-GÓMEZ ORTA, JUVENAL Y VÍCTOR MERAZ, AL TRAICIONAR AL PAN, SE LLEVARON DE ENCUENTRO A LA ALCALDESA DE ALTAMIRA.

QUIÉNES en plan de “Judas políticos de Altamira”, le jugaron la contra al PAN en la pasada elección, fueron nada menos que el Diputado Local Miguel Gómez Orta, así como Juvenal Hernández Llano y el ex diputado Víctor Meraz, los que, “al no verse favorecidos” por Acción Nacional en sus ambiciones políticas, instrumentaron estrategias para llevar a la derrota al candidato albiazul a la Presidencia Municipal Ciro Hernández Arteaga, pero además, por la serie de artimañas generadas, también “se llevaron de encuentro” a la alcaldesa Altamirense doña Alma Laura Amparan, la que buscaba ser diputada, pero finalmente fue derrotada, víctima de las trapacerías instrumentadas por su propio esposo.

LA TRAICIÓN electoral consumada arteramente por esta tercia de políticos inmorales y convenencieros, fue para favorecer al candidato de Morena. Pero lo inconcebible e imperdonable es que, “solo para ellos quieren el pastel” y como el PAN, definió darle oportunidad democráticamente a otro prospecto, estos obraron de inmediato por planear la derrota del panista Hernández Arteaga, todo porque, “querían imponer” al Diputado Miguel Gómez Orta” como el abanderado albiazul a la alcaldía Altamirense.

LA JUGARETA política contra Acción Nacional en Altamira “fue un secreto voces”, porque Gómez Orta, Juvenal Hernández y Víctor Meraz, actuaron abiertamente en contra del candidato del PAN, para naturalmente conseguir su propósito y continuar en el escenario político, porque “los judas” dejaron correr la versión de que, ellos fueron los que “le invirtieron a la campaña de Martínez y éste, tendrá que responder al compromiso contraído”. Será cierto o no pero esa es la versión que se ha dejado sentir en el argot político de aquel puerto industrial.

DESDE UN principio, el Diputado Miguel Gómez Orta, instrumentó una serie de labores con la finalidad de que el Partido Acción Nacional “lo palomeara” y lo definiera como el abanderado azul a la alcaldía de Altamira. Sin embargo, la dirigencia estatal panista encabezada por Luis René “el Cachorro” Cantú Galván, repito, en plan democrático decidió que fuera Ciro Hernández Arteaga el Candidato, lo que generó molestia entre “la tercia de los judas altamirenses”, por lo que estos, acordaron darle la contra el partido que por años los mantuvo en el escenario gubernamental y ejemplo tangible de ello, es que Alma Laura Amparan, aún es la alcaldesa de este municipio de la zona Conurbada del sur de Tamaulipas.

PERO LO QUE nunca se imaginaron Juvenal Hernández Llano, así como Miguel Gómez Orta y Víctor Meraz es que, “se les fuera a pasar la mano” y por la enorme gama de atrocidades electoreras, hicieron perder a doña Alma Laura Amparan, la que terminará su período como primera autoridad municipal y pasará a ser historia, cuyo detalle de perjuicio político, recayó en el esposo de la Jefa del pueblo, quien aparece como uno de los principales protagonistas a de la traición, a la que aquí hacemos referencia.

DOÑA ALMA LAURA Amparan, no merecía perder como candidata a Diputada, porque como alcaldesa en Altamira, “ha hecho un papel realmente preponderante”, cuyo detalle se le reconoce en todos los sectores populares de su querido pueblo, porque gracias a ella, el puerto Industrial ha tenido cambios obviamente radicales, dejando para su historia en esta ciudad una digna hoja de servicio para bien de las familias de todos los estratos sociales, cuyo esquema atroz por su derrota, guarda un panorama desconcertante, porque si su propio esposo operó en contra de esta valiosa mujer, por supuesto que esto deja mucho que decir.

REZA EL ADAGIO que, “nada es para siempre” y además “el sol no se puede tapar con un dedo”, esto viene a colación, porque simple y llanamente, Juvenal Hernández, Miguel Gómez Orta y Víctor Meraz, por su calidad de traidores nunca les pasó por la mente el terrible daño político que le harían a la respetable alcaldesa doña Alma Laura Amparan, la que al conocer los resultados de la elección del pasado 6 de junio, “esto le generó desconcierto”, debido a que el daño consumado contra el candidato del PAN Ciro Hernández Arteaga, también a ella le causó estragos políticos, por la derrota sufrida.

PARA FINALIZAR les diré que la alcaldesa Alama Laura Amparan, ya no tiene más opción política que esperar nuevos tiempos y por el momento, entregar cuentas claras al pueblo de Altamira, lo que no dudamos hará en un marco legal, como prueba fehaciente de su eficiente trabajo como Primera autoridad municipal. Pero lo que no se concibe es que, “la tercia de judas altamirenses”, los que por cierto ya están debidamente identificados como traidores, “ahora buscarán nuevos escenarios” para seguir pegados a la ubre presupuestal, porque para ellos, “estar fuera del presupuesto es letal para esta tercia de traidores”.

Por hoy es todo y hasta mañana.

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