Hipódromo Político: Por Carlos Cortez

Le doy un dato duro que podrá ponerle los cabellos de punta a cualquiera: cifras de la Organización Mundial de la Salud revelan que en la actualidad el 80 por ciento de la población en el orbe corre el riesgo de padecer alguna de las enfermedades transmitidas por mosquitos, como dengue, zika o chikungunya. Incluso, el 50 por ciento de los habitantes del mundo, podrán contraer dos o más de estos padecimientos.

En México, la incidencia de personas con alguno de estos padecimientos ha aumentado en un 30 por ciento, lo que significa que anualmente se reportan unos 500 mil casos de gente que contrae alguna de estas enfermedades, principalmente el dengue, por lo que uno de los principales retos que enfrenta el sector salud de nuestro país es el de realizar diagnósticos adecuados. Para ello, se deben incluir en los programas de estudio de las carreras de medicina esquemas que permitan a los estudiantes conocer a fondo estas enfermedades que presentan síntomas “muy parecidos”.

Los profesionales de la salud que brindan atención de primer nivel no disponen de la información necesaria para diferenciar con precisión cada uno de los padecimientos mencionados. Además, la automedicación que practicamos las personas también complica el escenario,  y es que en zonas de alto riesgo la gente sigue autorecetándose con productos que a veces están contraindicados para el tratamiento de estas enfermedades transmitidas por mosquitos, a los cuales, en la academia, se les conoce como vectores.

Asimismo, el cambio climático, las migraciones, el aumento del tráfico aéreo y terrestre, así como la expansión urbana, pueden incidir en el crecimiento de estas enfermedades que representan un alto índice de morbilidad de seres humanos, sobre todo en países del tercer mundo, por lo que son necesarios más esfuerzos de colaboración para su correcta atención.

Pero no todo es malo en el escenario de estos padecimientos. Al día de hoy se reportan buenos avances en las investigaciones internacionales para la creación de una vacuna contra el zika. Para el caso del chikungunya, será hasta dentro de por lo menos unos cinco años cuando se cuente con un reactivo efectivo que pueda aplicarse a la población. Y en el caso del dengue, la vacuna que está disponible en México, solamente es efectiva para sujetos que ya han estado expuestos a la enfermedad por lo que requiere perfeccionarse.

A pesar de este difícil panorama, en Tamaulipas si se avanza en la materia y se avanza bien. Por ejemplo, el titular de la Jurisdicción Sanitaria Número VII, doctor Hugo Vicente Mallozzi Treviño, aseguró que todos los casos probables de dengue que se han presentado en el Valle de San Fernando, han sido descartados por el laboratorio estatal de la Secretaría de Salud.

Estos resultados son producto de la intensidad con que se vienen desarrollando las acciones de prevención para aniquilar las plagas de zancudos, principales transmisores del dengue, zika y chikungunya. Al momento de detectarse un caso probable, se intensifican las actividades de fumigación con motomochilas casa por casa en un radio de nueve manzanas a la redonda, además de la búsqueda intensiva de más casos.

Por otra parte, a través de las ovitrampas, se están detectando los sectores poblacionales que tiene una mayor incidencia de mosquitos portadores de estas enfermedades, implementándose inmediatamente las acciones para aniquilar estas plagas.

Las lluvias que se manifiestan en esta temporada, provoca estancamientos entre la maleza y la basura, por lo que es muy posible la proliferación del mosquito transmisor del dengue, zika y chikungunya. Y es por ello que el sector salud pide a la ciudadanía que extreme precauciones.

Se trata del mosquito Aedes Aegypti, una especie que ha tenido un protagonismo fatal en la historia humana y que ha sobrevivido a todo intento de erradicarlo del continente americano. Se piensa que este mosquito se originó en África y llegó al continente; a comienzos del siglo XX se determinó que ese mosquito era la causa de mortíferas epidemias de fiebre amarilla, por lo que de hecho se le llegó a llamar: «el mosquito de la fiebre amarilla», por lo que es impotante estar alerta.

Gracias a las acciones de prevención, hasta el momento no se ha registrado en la frontera chica ningún caso de dengue, chicungunya, zika o cualquier otra enfermedad nueva que el mosquito aedes aegypti pueda provocar. Sin embargo, la comunidad debe de tomar precauciones ante este virus, y tomar acciones, pues en muchos de los casos resulta ser mortal.

Las formas más adecuadas de prevenir el dengue, chinkungunya, zika, es no tener objetos en los patios, jardines y azoteas que puedan estancar agua, como llantas, botellas, latas, vasijas y sobre todo no tener maleza, pues resulta que al mosquito transmisor del dengue le gusta hacer de las suyas entre el «hierbajal».

Además, es importante que la población conozca las señales y síntomas de dichos males, pues muchas de las veces las personas lo confunden con fiebre, deshidratación o una simple gripa, lo que ha causado que la enfermedad se complique.

En el combate contra estos padecimientos, el dengue, el zika y el chicungunya, todos somos parte importante y no hay enfuerzo por pequeño que sea, que no valga en la lucha contra el mosco vector, el Aedes Aigypti. No debemos olvidar que en el último cuarto de siglo Tamaulipas vivió tres epidemias mortales: en 1998 se registraron 6 mil 609 casos y siete personas murieron; en 2005 el número de personas infectadas por el dengue fue de 6 mil 901 con 23 defunciones registradas, y finalmente en 2013 el número de casos llegó a 5 mil 556.

Por lo pronto, la Secretaría de Salud de Tamaulipas está intensificando las campañas de fumigación en los municipios más grandes de la entidad, y al mismo tiempo, pide la colaboración de la ciudadanía, realizando acciones como lavar cubetas, piletas, tinacos, cisternas y recipientes que acumulen agua y permitan que el mosquito se reproduzca.

Gracias por recibirnos. Sus comentarios son bien recibidos en nuestro correo electrónico hipodromo.politico@gmail.com. Y también estamos en twitter @CarlosCortesMX